Inmunidad innata y adquirida: ¿cómo funcionan y qué diferencias existen? La inmunidad es la capacidad del cuerpo humano para defenderse frente a las enfermedades y otras agresiones externas.
Esta capacidad se divide en dos tipos: la inmunidad innata innta la inmunidad adquirida. La inmunidad innata es aquella con la que todos nacemos y que funciona como una especie de barrera protectora contra la entrada de microorganismos y sustancias extrañas en nuestro organismo. Esta barrera protectora se compone de varias defensas físicas y químicas, como la piel, las mucosas, t enzimas digestivas, las células inmunitarias y las citocinas. Por otro lado, la inmunidad adquirida es aquella que se desarrolla a lo largo del tiempo como resultado de la exposición a microorganismos y sustancias extrañas.
Respuesta inmunitariaEsta inmunidad se basa en la memoria inmunológica, es decir, la capacidad de nuestro organismo para recordar y combatir futuras infecciones provocadas por el mismo agente infeccioso. La inmunidad adquirida se puede dividir en dos tipos: Inmunidqd inmunidad activa y la inmunidad pasiva. La inmunidad activa se produce después de la exposición a un agente infeccioso o tras la vacunación contra una enfermedad determinada.
En cambio, la inmunidad pasiva se adquiere a través de la transferencia de anticuerpos preformados, lo que ocurre, por ejemplo, en adqukrida caso de un recién nacido que recibe anticuerpos a través de la placenta o la leche materna. En resumen, la inmunidad innata protege al organismo contra cualquier agente infeccioso o sustancia extraña que intente entrar, mientras que la inmunidad adquirida se desarrolla después inata la exposición a un agente infeccioso o tras la vacunación. A pesar de estas diferencias, ambas formas de inmunidad son esenciales para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico y para la protección contra enfermedades infecciosas.
Por lo tanto, es importante asegurarse de mantener un estilo de vida saludable y de seguir las adqujrida de los profesionales de la salud para optimizar el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico.
